Escribir un diario digital es lo que tiene: se sabe donde empieza pero no donde acaba. Y creo que eso es bueno, porque permite llegar a pantallas y a bandejas de correo ignotas. A falta de sección dedicada a referencias, hago aqui relación "pedrestre" de esos otros blogs que hasta hoy se han ocupado de éste.
Bel fue la primera en referirse a Un hombre de pago. Por otro lado, un lector le comentaba a Arnau la existencia de este blog. Ambos fueron entonces reseñados por mi compañera Eva en nuestro otro diario.
En el plano 100% editorial, Tokland publicó la primera entrevista y uno de sus editores la referenció en su blog, por partida doble. De ahí saltó al blog sobre Comunicación cultural de Javier. Y hasta aquí puedo leer.
Esta mañana he tenido mi primera experiencia radiofónica y ha sido muy positiva. Me siento feliz cuando un lector/a empieza a hablar del libro como si fuera suyo -que lo es. En el debate entre las cinco mujeres asistentes al programa ha habido, al final, coincidencias.
Mi momento favorito ha llegado cuando Angeles, copresentadora, aborda el micrófono y lee decidida un párrafo de la página 167, que resume a su entender la esencia de Un hombre de pago. El fragmento que Angeles ha destacado es éste:
"Señoras, señores: el juego se acaba aquí. No podemos esperar del otro aquello que nosotros no tenemos. El otro nunca es responsable de achicar nuestros miedos. Sus manos no pueden sujetar nuestro globo, porque cuando menos lo esperas, lo sueltan, y una parte importante de ti desaparece y se pierde, y deja un vacío del que tú eres la única responsable."
Empiezo a vislumbrar que habrá tantos hombres de pago como lectores/as.
enero 16, 2006
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2 comentarios:
Lo mejor es que mas o menos un mes antes que pusieran el enlace, habia aterrizado por aqui...pero no recuerdo como ni por que...pero recuerdo el título del libro...
Curioso no?
Curioso sí! Recuerdos!
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