Un hombre de pago tiene su propia banda sonora, cuya presentación empiezo hoy.
Decidí titular los capítulos empleando estrofas procedentes de piezas de salsa cubana de los años noventa. Este recurso introduce la música en la novela y contextualiza a Iván, el gigoló, cubano también él. El reto consistía en escoger, para cada capítulo, una canción de ese género, procedencia y período, que reflejara los vaivenes emocionales del personaje en ese momento de la trama.
La primera pieza se llama "Te dejo libre". Canta Manolito y su trabuco. Y dice:
“Y mira como está la niña, oye /
soltera y sin compromiso.
Relajadita, relajadita / ¡solita!
Soltera y sin compromiso.”
Los versos ironizan sobre la recién (re)adquirida soledad de Rosa, después de haber roto con su último novio, conseguido a golpe de bailes de salón. Puedes leer el primer capítulo íntegro aquí. Si después quieres leer el libro entero, puedes pedirlo aquí.
enero 25, 2006
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