Me siento como las cantantes de boleros de los cincuenta que, al terminar el concierto, bajaban la cabeza con majestuosidad y susurraban aquello de "me debo a mi público", envueltas en un halo de humo y misterio.
Yo me debo a mis lectores/as, porque donde llegan ellos no llega nadie. ¿Cómo, sino, me iba a enterar de que Un hombre de pago ya ha llegado a México? La noticia me la da por email María Elena, lectora amiga, quien sigue las peripecias de la novela desde hace tiempo y gracias a cuyo seguimiento infatigable, preguntando por ella aquí y allá en el DF, podemos anunciar hoy la buenanueva. La cadena de librerías El sótano dispone ya de ejemplares, también en su escaparate on-line.
También fueron sendos lectores los que me anunciaron la llegada de la novela a Chile y a Colombia. Por eso insisto en agradecer el apoyo individual de cada quien: esta red de complicidades me alegra, y no sólo como escritora, sino sobre todo como persona.
María Elena se pregunta qué tipo de debate social puede generar Un hombre de pago en México. Mi conocimiento del país es breve y turístico, es decir, forzosamente limitado, pero creo que la invisibilidad de la mujer es hoy un tema universal y estoy convencida de que debatirla es posible en cualquier lugar. Lo dicho: Viva México y queda abierto nuevamente el debate.
abril 08, 2008
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2 comentarios:
¡Neus, qué felicidad que estés saltando el charco! No podría ser de otra manera con un libro que interpela tan vivamente como lo hace Un hombre de pago.
Neus,qué te puedo decir, me siento orgullosa de leer el nombre de mi querida Marielena, amiga, hermana del alma, a quien conocí por carta y es ahora mi mejor amiga en el mundo, en tus notas. Pronto leeré tu libro y haré llegar mis comentarios.
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