Mañana voy de boda. El acto no sería reseñable salvo por una peculiaridad: por primera vez, no se casa un amigo/a, sino la hija de una amiga mía.
Es decir: voy como "amiga de la madre de la novia", que es una categoría en sí misma. Da igual que la madre la tuviera joven y la hija también se case joven y que aquí "todas seamos jovenes". Lo cierto es que se trata de una "primera cana social".
Me imagino el banquete, sentada en las mesas sobrias "de los amigos de los padres" y saliendo a bailar en cuanto se acabe el vals y "antes de que pongan música de ahora". Un pasodoble, el "Let's twist again" y a la mesa de vuelta al primer connato de reagaton.
De momento, ya he quedado con el peluquero para que me peine con un dignísimo moño. Me guste o no, amigos, amigas, ya es oficial: soy una mujer madura.
octubre 06, 2006
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3 comentarios:
Neus, felicidades anyway! Moño, con dignidad, a tope! ;)
Ayer leía, creo que era en la Vanguardia, que hablaban de otro modo de invisibilidad femenina. La que corresponde a todas aquellas mujeres que dan soporte (social) familiar con los "dependientes". Maridos, abuelos, tíos, hijos y nietos! Una labor que no se ve, se aprecia y NO se remunera y tanto ha ahorrado a las arcas de nuestrp país!!!
Un brindis, por todas ellas!!!
Enhorabuena por tan bella madurez!Me he reído mucho con tu visualización del banquete, sobre todo con lo de que ya no nos animamos a bailar reaggeton!:D
Con tu permiso, seguiré disfrutando de tu blog hasta que dure y estoy deseosa de comprar tu libro (ya queda menos).
Con cariño, un saludo
Chicos,
gracias por los ánimos. Es más, tengo buenas notícias: me lo pasé mejor que en alguna de las bodas "de mis amigos". Llámemosle "envejecer con diginidad" :-)
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