Un hombre de pago ha tenido una gran suerte: la de contar con una "guardia pretoriana". La expresión es de Toni, uno de sus miembros, y se refiere a distintas personas que caminan conmigo al lado de la novela y la hacen avanzar.
A algunas las conocía de antes. Otras han llegado a mí gracias al Hombre... y ese es seguramente uno de los mejores efectos colaterales de la novela.
Ayer la vida juntó a unos cuantos en Barcelona y nos fuimos a comer al Semproniana. El restaurante ocupa un local que fue antes una editorial y resultó un "marco incomparable".
Txetxu lo cuenta en su blog y pone foto. De izquierda a derecha puedes ver a Javier, a Nacho, al propio Txextu y a una servidora. Pablo, uno de los fundadores de la guardia pretoriana, fue el que sacó la foto.
A Txextu y a Nacho no les conocí presencialmente hasta ayer, y sin embargo ... ¡fue tan fácil continuar la conversación on-line frente a una copa de cava!
abril 28, 2006
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3 comentarios:
Veo que lo habéis pasado estupendamente...
Berlin,
a mi me hubiera gustado que estuvieses tú también y prometo subsanarlo cuando vaya a Madrid, viaje que aun no tiene fecha. Depende de que pueda organizar la promo allí.
Mujel, no era una queja, era una constatación. De todas formas la vida es muy larga y escribirás más, seguro.
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