Hace 18 minutos que tengo Un hombre de pago entre las manos.
Existe, ahora más allá de mi imaginación. Ahora es real. Me he puesto a dar los ya famosos saltos de alegría. Se puede saltar de alegría. Se debe saltar de alegría. Eva, que estaba en la oficina cuando ha llegado el mensajero de la editorial, también ha saltado. Es una buena manera de celebrarlo.
Miro el libro, con su portada tan chic, con esas piernas y me siento alegre y rara, porque es como que ya no tiene que ver conmigo.
PD: Todavía no se distribuye en librerías, pero si te interesa un ejemplar, escríbeme.
diciembre 01, 2005
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1 comentario:
Mi más sinceras felicitaciones Neus, leyendo el empeño que has puesto en conseguirlo estoy seguro que su lectura no decepcionará.
Por cierto, siguiendo tu ejemplo he abierto este nuevo blog . Es un artículo que va a ser publicado en las revistas de los departamentos de Historia del Arte y Filosofía de la UB.
Un saludo, espero que tu libro sea un pequeño exito de ventas ;)
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