A través de este blog, a Un hombre de pago le suceden cosas sorprendentes. Como aparecer en un Máster, por ejemplo.
Hace unos días recibí un correo de una lectora. En él me explicaba que está cursando el Máster de Periodismo que organiza el grupo Vocento con la Universidad del País Vasco. El programa de estudios requiere que los participantes elaboren un proyecto final y ella había escogido la prostitución masculina como tema.
Mi interlocutora se había leído Un hombre de pago y me preguntaba si podía entrevistarme. "Ningun problema", pensé. Al contrario, todas las iniciativas que contribuyen a la conversación social sobre la invisibilidad de las mujeres son bienvenidas.
Dado que el master tiene la sede en Bilbao, me dispuse a una charla telefónica sobre la novela y su temática. Pero no. ¡Sorpresa! La lectora se ha subido a un avión y esta mañana me ha entrevistado, en persona, en Barcelona.
Hemos hablado de la trama y los personajes, de cómo me documenté y de los bolsos de Bel (lo confirmo: en la novela le he prestado mi colección personal de Mandarina Ducks). Y me ha emocionado, como siempre, ver un ejemplar subrayado: las lineas marcan las ideas importantes para quien las trazó y dibujan una experiencia personal.
marzo 12, 2008
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