Diálogo verídico entre madre e hija a la salida de una boda:
Niña.- Yo también me quiero casar.
Su madre.- ¡Ah! ¡Qué bien!
Niña.- Pero yo seguiré viviendo.
La niña en cuestión tiene seis años. Como bien me dijo su madre: "Ahí queda eso".
Este post está dedicado a Júlia, una niña que nació anteayer en Barcelona. Conociendo a su padre e intuyendo a su madre, a Júlia la esperan mucho amor y muchos libros. ¡Bienvenida a casa!
marzo 28, 2008
marzo 27, 2008
Miedo y hombres
Mi amigo Josep está que se sale (editorialmente hablando, se entiende).
Esta tarde (20.15h) presenta en la librería Excellence (Rbla Catalunya 25, Barcelona) su El valor del samurai, un libro donde habla del miedo y de cómo enfrentarnos a él. He podido leerlo ya: de un tirón y paso a paso, Josep desgrana en clave metafórica los valores que debemos encontrar dentro de nosotros mismos para que el miedo no nos coma.
Además, esta semana Josep publica también otro libro, bien curioso y francamente entretenido. De qué hablamos los hombres cuando hablamos sinceramente de sexo es un ejercicio de "literatura verité". Un grupo de voluntarios se reunen para comentar diferentes aspectos de su vida sexual. Leerlo es un ejercicio voyeurístico lleno de sorpresas, al menos para mí. El libro funciona como un mísil en algunos casos y desmonta teorías preconcebidas sobre la "sexualidad de gimnasio" de macho, machote. En otros, reafirma algunas certezas. Al final, hay tantos puntos de vista como voluntarios participan en el libro, por aquello de que la experiencia es personal e intransferible. De qué hablamos dará que hablar a los hombres pero también a las mujeres...
Esta tarde (20.15h) presenta en la librería Excellence (Rbla Catalunya 25, Barcelona) su El valor del samurai, un libro donde habla del miedo y de cómo enfrentarnos a él. He podido leerlo ya: de un tirón y paso a paso, Josep desgrana en clave metafórica los valores que debemos encontrar dentro de nosotros mismos para que el miedo no nos coma.
Además, esta semana Josep publica también otro libro, bien curioso y francamente entretenido. De qué hablamos los hombres cuando hablamos sinceramente de sexo es un ejercicio de "literatura verité". Un grupo de voluntarios se reunen para comentar diferentes aspectos de su vida sexual. Leerlo es un ejercicio voyeurístico lleno de sorpresas, al menos para mí. El libro funciona como un mísil en algunos casos y desmonta teorías preconcebidas sobre la "sexualidad de gimnasio" de macho, machote. En otros, reafirma algunas certezas. Al final, hay tantos puntos de vista como voluntarios participan en el libro, por aquello de que la experiencia es personal e intransferible. De qué hablamos dará que hablar a los hombres pero también a las mujeres...
marzo 26, 2008
¿Te acostarías con un desconocido?
Baiser avec un inconnu? Éste es el provocador título del post que publica Eduard Pisani. En él, el autor analiza los resultados de una encuesta realizada a 740 mujeres usuarias de webs de contactos y amistad.
Dos datos sorprenden al autor (y a servidora). Pisani inicia su post con esta cifra: El 30% de las encuestadas afirmaron haber mantenido relaciones íntimas con sus contactos la primera vez que se vieron en el mundo presencial (que Pisani denomina, quizás por error freudiano, "mundo real". Internet es real, pero lo dejo aquí so pena de irme del tema). Segundo dato, éste alarmante de verdad: en tres de cada cuatro casos, las encuestadas mantuvieron relaciones sin emplear protección.
El articulista y servidora se preguntan de dónde procede tanta confianza. Las encuestadas, al parecer, se formaron una opinión de sus parejas googleizándoles antes del encuentro y leyendo con atención los mensajes que éstas habían escrito.
Puede debatirse la representatividad del estudio pero, a mi entender, los resultados confirman que: a) la distinción entre identidad virtual y presencial se desdibuja en áreas de alta privacidad (como las relaciones sexuales), b) la construcción de la propia identidad digital es un tema fundamental, por cuanto los mecanismos para generar confianza en el otro no son los convencionales y c) de nuestra capacidad de generar confianza dependen cada vez más asuntos personales (como, por ejemplo, encontrar pareja en la Red).
El artículo y la investigación me han parecido reveladores y agradezco a Martín que me los haya señalado.
Dos datos sorprenden al autor (y a servidora). Pisani inicia su post con esta cifra: El 30% de las encuestadas afirmaron haber mantenido relaciones íntimas con sus contactos la primera vez que se vieron en el mundo presencial (que Pisani denomina, quizás por error freudiano, "mundo real". Internet es real, pero lo dejo aquí so pena de irme del tema). Segundo dato, éste alarmante de verdad: en tres de cada cuatro casos, las encuestadas mantuvieron relaciones sin emplear protección.
El articulista y servidora se preguntan de dónde procede tanta confianza. Las encuestadas, al parecer, se formaron una opinión de sus parejas googleizándoles antes del encuentro y leyendo con atención los mensajes que éstas habían escrito.
Puede debatirse la representatividad del estudio pero, a mi entender, los resultados confirman que: a) la distinción entre identidad virtual y presencial se desdibuja en áreas de alta privacidad (como las relaciones sexuales), b) la construcción de la propia identidad digital es un tema fundamental, por cuanto los mecanismos para generar confianza en el otro no son los convencionales y c) de nuestra capacidad de generar confianza dependen cada vez más asuntos personales (como, por ejemplo, encontrar pareja en la Red).
El artículo y la investigación me han parecido reveladores y agradezco a Martín que me los haya señalado.
marzo 18, 2008
marzo 16, 2008
Crossover
En la industria musical el término crossover designa el paso de un mercado a otro. Habitualmente se emplea en referencia a un cantante latino que lanza un disco en inglés para el mercado anglosajón.
Hace tiempo ya que me pregunto si con los libros pueden hacerse crossovers igual que con los discos: ¿Es posible para un autor de ficción publicar no ficción, o viceversa? ¿Se confunden los lectores o les interesa?
Mi primer libro fue un manual de comunicación digital, que es en lo que trabajo de día. Mi segundo fue Un hombre de pago, una novela. El tercero trata de Marketing y gestión de la reputación personal. Y el cuarto, otra novela. Teóricamente, ficción y no ficción son ámbitos independientes a todos los niveles: las editoriales, los editores e incluso, en teoría, los lectores son distintos.
Para mi alegría, estoy constatando sin embargo que quizás esta distinción se puede salvar: me han escrito lectores de Marketing para explicarme que sentían curiosidad por leer la novela. Y también me han escrito lectores de la novela -y de este blog- para avisarme de que van a ir a la presentación del último libro de Marketing (mañana lunes 17, 19.30, librería Excelence en Barcelona).
Me gustaría aprender de la experiencia de autores que hayan conseguido publicar ficción y no ficción de forma solvente. Todas las referencias son bienvenidas.
Ojalá el crossover sea posible. De momento, el blog de Soybits cree que sí.
Hace tiempo ya que me pregunto si con los libros pueden hacerse crossovers igual que con los discos: ¿Es posible para un autor de ficción publicar no ficción, o viceversa? ¿Se confunden los lectores o les interesa?
Mi primer libro fue un manual de comunicación digital, que es en lo que trabajo de día. Mi segundo fue Un hombre de pago, una novela. El tercero trata de Marketing y gestión de la reputación personal. Y el cuarto, otra novela. Teóricamente, ficción y no ficción son ámbitos independientes a todos los niveles: las editoriales, los editores e incluso, en teoría, los lectores son distintos.
Para mi alegría, estoy constatando sin embargo que quizás esta distinción se puede salvar: me han escrito lectores de Marketing para explicarme que sentían curiosidad por leer la novela. Y también me han escrito lectores de la novela -y de este blog- para avisarme de que van a ir a la presentación del último libro de Marketing (mañana lunes 17, 19.30, librería Excelence en Barcelona).
Me gustaría aprender de la experiencia de autores que hayan conseguido publicar ficción y no ficción de forma solvente. Todas las referencias son bienvenidas.
Ojalá el crossover sea posible. De momento, el blog de Soybits cree que sí.
marzo 12, 2008
Objeto de estudio
A través de este blog, a Un hombre de pago le suceden cosas sorprendentes. Como aparecer en un Máster, por ejemplo.
Hace unos días recibí un correo de una lectora. En él me explicaba que está cursando el Máster de Periodismo que organiza el grupo Vocento con la Universidad del País Vasco. El programa de estudios requiere que los participantes elaboren un proyecto final y ella había escogido la prostitución masculina como tema.
Mi interlocutora se había leído Un hombre de pago y me preguntaba si podía entrevistarme. "Ningun problema", pensé. Al contrario, todas las iniciativas que contribuyen a la conversación social sobre la invisibilidad de las mujeres son bienvenidas.
Dado que el master tiene la sede en Bilbao, me dispuse a una charla telefónica sobre la novela y su temática. Pero no. ¡Sorpresa! La lectora se ha subido a un avión y esta mañana me ha entrevistado, en persona, en Barcelona.
Hemos hablado de la trama y los personajes, de cómo me documenté y de los bolsos de Bel (lo confirmo: en la novela le he prestado mi colección personal de Mandarina Ducks). Y me ha emocionado, como siempre, ver un ejemplar subrayado: las lineas marcan las ideas importantes para quien las trazó y dibujan una experiencia personal.
Hace unos días recibí un correo de una lectora. En él me explicaba que está cursando el Máster de Periodismo que organiza el grupo Vocento con la Universidad del País Vasco. El programa de estudios requiere que los participantes elaboren un proyecto final y ella había escogido la prostitución masculina como tema.
Mi interlocutora se había leído Un hombre de pago y me preguntaba si podía entrevistarme. "Ningun problema", pensé. Al contrario, todas las iniciativas que contribuyen a la conversación social sobre la invisibilidad de las mujeres son bienvenidas.
Dado que el master tiene la sede en Bilbao, me dispuse a una charla telefónica sobre la novela y su temática. Pero no. ¡Sorpresa! La lectora se ha subido a un avión y esta mañana me ha entrevistado, en persona, en Barcelona.
Hemos hablado de la trama y los personajes, de cómo me documenté y de los bolsos de Bel (lo confirmo: en la novela le he prestado mi colección personal de Mandarina Ducks). Y me ha emocionado, como siempre, ver un ejemplar subrayado: las lineas marcan las ideas importantes para quien las trazó y dibujan una experiencia personal.
marzo 11, 2008
marzo 10, 2008
¡Son los amigos, estúpido!
"¡Es la economía, estúpido!" se hizo máxima popular en labios del Presidente Clinton. Desde entonces, estructuras parecidas sirven para poner el énfasis en la razón última de las cosas. La razón por la cual uno escribe, por ejemplo.
No hace mucho almorcé con un escritor múltiplatino. Todo lo que firma se convierte en oro. Nos hemos encontrado en otras ocasiones y, al final, volvemos a la pregunta de siempre: "Y tú, ¿por qué escribes?"
El escritor multiplatino lo afirma sin ambajes: para ganar dinero. Y yo siempre me quedo con la boca abierta. No tengo nada en contra de ganar dinero con la escritura. Es más, a mí me encantaría ganar más. Hasta aquí, estamos de acuerdo.
La divergencia no estriba en el beneficio deseado: estriba en el coste. Entiendo meridianamente los conceptos oferta y demanda (de día me dedico al Marketing) y las relaciones entre ambos. Entiendo la tensión entre crear y vender. La pregunta es ¿a qué precio? ¿Escribirías cualquier cosa por dinero?
En la conversación con el escritor multiplatino me identifico con Demi Moore en Una proposición indecente. Todo tiene un precio, cierto (el de Demi era un millón de dólares). La cuestión es fijarlo y fijarlo en un umbral en que uno se sienta cómodo.
El escritor multiplatino me auguró una brillante carrera multiplatino cuando supere mi yo actual: "tú escribes para tus amigos" (cuando debería escribir para un público más amplio, se entiende).
Quizás ese sea el umbral de referencia. Quizás el día que a mis amigos no les guste lo que escribo, dejaré de escribir.
No hace mucho almorcé con un escritor múltiplatino. Todo lo que firma se convierte en oro. Nos hemos encontrado en otras ocasiones y, al final, volvemos a la pregunta de siempre: "Y tú, ¿por qué escribes?"
El escritor multiplatino lo afirma sin ambajes: para ganar dinero. Y yo siempre me quedo con la boca abierta. No tengo nada en contra de ganar dinero con la escritura. Es más, a mí me encantaría ganar más. Hasta aquí, estamos de acuerdo.
La divergencia no estriba en el beneficio deseado: estriba en el coste. Entiendo meridianamente los conceptos oferta y demanda (de día me dedico al Marketing) y las relaciones entre ambos. Entiendo la tensión entre crear y vender. La pregunta es ¿a qué precio? ¿Escribirías cualquier cosa por dinero?
En la conversación con el escritor multiplatino me identifico con Demi Moore en Una proposición indecente. Todo tiene un precio, cierto (el de Demi era un millón de dólares). La cuestión es fijarlo y fijarlo en un umbral en que uno se sienta cómodo.
El escritor multiplatino me auguró una brillante carrera multiplatino cuando supere mi yo actual: "tú escribes para tus amigos" (cuando debería escribir para un público más amplio, se entiende).
Quizás ese sea el umbral de referencia. Quizás el día que a mis amigos no les guste lo que escribo, dejaré de escribir.
marzo 04, 2008
Antilla: Salsa y placer hasta el amanecer
De todas las reseñas que de Un hombre de pago se han publicado, ésta es posiblemente una de las más curiosas, y una de las que más ilusión me hace.
La firma Enrique Romero y se incluye en el número de invierno de la revista "Antilla News" (pag.20), editada por el grupo de locales de salsa homónimo, cuyo eslogan es, precisamente, "Salsa y placer hasta el amanecer".
Y dice:
"Este libro, escrito por una salsera, antigua clienta de Antilla, convertida hoy en escritora exitosa y madre de familia, está llamado a convertirse en best seller entre los cientos de mujeres seducidas por Cuba y los cubanos, pues la novela discurre por los misteriosos pagos (nunca mejor dicho) de los jineteros y su arte sin igual de cobrar por amar. Un fenómeno conocido por casi todo el mundo relacionado con Cuba, pero sobre el que poco se reflexiona, quedando, la más de las veces, en simples chismes o resentimientos unilaterales.
Un párrafo promocional del libro empieza de esta guisa:"Harta de ser invisible para los hombres y aconsejada por su estheticienne, Rosa decide recorrer al sexo sin ataduras y contratar a un gigoló. Finalmente se atreve con Iván, un aparejador cubano instalado en Barcelona que se prostituye mientras espera encontrar otras opciones laborales". Vaya, con esto ya tiene el lector o la lectora para leerse el libro de una tacada. Y ahí está la historia de Iván con Rosa, pero también con Bel, otra fémina necesitada de cariño y comprensión.
La historia transcurre con un gran pulso narrativo, con sentido del humor y, por supuesto, con todos los tópicos del latin lover, de las solteronas desafectadas, los tics cubanos y los tics salseros -"ya sé que la salsa no te gusta, pero lo hacemos por prescripción facultativa, querida... A ver si mejoramos esa vida sexual tuya...". ¡Ay, mi madre, cuánta razón lleva Marta, una de las personajes de la novela! Y aunque todas las mujeres de la historia son tembas, la reflexión íntima del asunto también cuenta para las pepillas que se dejan encandilar por las artes amatorias de los jineteros.
En cualquier caso, lo más interesante de Un hombre de pago es que no da pábulo a los resentimientos típicos de este tipo de historias, sino que ahonda en la condición afectiva de la mujer, de sus intenciones reales, de sus carencias afectivas y, en definitiva, casi justifica la opción de regalarse un trocito de felicidad aunque más valdría decir falocidad. Hacia el final de la historia, la prota se pregunta "¿qué lección tengo yo que aprender de la historia con Iván? Pues varias. La primera es que se puede conseguir compañía pagando y no pasa nada. La segunda, que el sexo es una cosa y el amor otra..." y ya no les cuento más para que lo compren y lo lean".
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