Debo hacer constar que mi ofrecimiento público a la joyería Cartier para protagonizar uno de sus fantásticos minifilms sobre l'amour à Paris todavía no ha obtenido respuesta.
Sin embargo, su silencio no ha logrado hacerme desistir de mi escapada a este boudoir en Le Marais. Ni el final de la Copa de Rugby, ni la huelga de transportes, ni el divorcio del Presidente Sarkozy. Nada importa: mañana, Paris.
Me siento "espíritu volátil", cercana al blog homónimo de Nerea, a quien conocí el martes en Barcelona y con la que tengo una fiesta a medio pensar.
octubre 19, 2007
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1 comentario:
Oh, j'aime les taxis de Paris!
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