abril 19, 2007

El portugués y las piernas

La buena notícia, primero. Me alegra y mucho anunciar que la editorial QuidNovi ha adquirido los derechos para la traducción de Un hombre de pago al portugués.

Siento expectación por el proceso y el resultado, por la traducción y por la reacción de los lectores portugueses: ¿qué pensarán de Rosa? ¿de Iván? ¿Cómo sonará el Piesplanos falando portugues? Para mí es muy, muy emocionante.

Agradezco a Martina la diligencia con que ha llevado a cabo la negociación. Y le mando un beso a mi amigo portugués Paulo F: a veces, para conocer un país, basta con conocer una persona.

Ahora, la noticia mala. Anoche cortaron el suministro de gas a nuestra finca al detectarse una fuga. De repente caigo en la cuenta de todas las actividades cotidianas para las que el gas es necesario. Por ejemplo, ducharse con agua caliente. Por ejemplo, preparar un café. Dado que tengo que ducharme con agua fría y prescindir del café, puedo concluir que la salud de mis piernas se verá sensiblemente mejorada en los días -larguísimos- hasta que se repare la avería y se restablezca el suministro. La experiencia será buena para la circulación, pero apaga un poco el ánimo.

Definitivamente, prefiero la "P" de "Portugal" a la de "piernas".

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