Estoy escribiendo un artículo sobre la vida en los mundos virtuales (mundos on-line diseñados en 3D cuyos participantes se dotan de la identidad que quieren).
El más conocido se llama Second life. En el momento de escribir esta entrada, SL cuenta con más de 700.000 habitantes que, en las últimas horas, se han gastado allí 350.000 dólares. Porque -y esto cuesta de creer, pero es así- los mundos virtuales son reales y en ellos se realizan transacciones remuneradas.
Una de las compraventas más frecuentes tiene que ver con el sexo. Existe incluso un sitio web dedicado a publicitar los escorts que pueblan SL. El web incluye también hombres de pago. Hay menos gigolós que acompañantes femeninas y, curiosamente, sus precios (expresados en dólares Linden, la moneda de SL) son inferiores a los de sus compañeras.
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6 comentarios:
He visitado SL, leído algunos scorts, clicado algún enlace publicitario... y sigo vivo!
Me viene a la cabeza, de forma recurrente: Más sobre sex-economy?
Había visto mundos 3D de juegos on-line. También charlan entre ellos... colaboran, construyen ciudades, fabrican productos y los comercializan, tienen su cuenta bancaria, conquistan nuevas tierras, luchan contra enemigos feroces, etc. Pero éste tipo de tansacciones superan la realidad, por ficción-realidad, aquí y ahora.
¿Dónde estan los límites?
Gracias por el aporte.
PD: Me gustaría leer tu atrículo, una vez publicado, si me indicas el medio o me lo haces llegar. Tx.
A mí me parece muy triste tener que vivir en un mundo virtual, pero bueno, cada cual tiene sus motivos.
Es lógico que los hombresdepago estén menos cotizados que las mujeres. Oferta y demanda.
Perfecto: os mandaré el artículo cuando consiga armarlo. Ahora mismo ya no sé si soy Neus o soy Sara en SL :-)
El sexo masculino siempre ha cotizado menos... como apunta fernando. Oferta y demanda.
Recuredo tiempos lejanos, "rambleando" con cara de COU, en los que los prostitutos cotizaban a !/2 de precio y los travestis y sucedáneos a 1/4 comparativamente con las "féminas" veteranas que dominaban su lado de la calle, el izquierdo. El derecho era para el resto!
Sí, quizá se mantiene la tendencia, ¿pero llegará en día que se invierta? ;-)
Claro que si, jb: cuando manden ellas.
fernando... si ya mandan en lo importante... y a nosotros nos dejan el resto!! ;-)
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