Servidora es una de las escritoras participantes en el proyecto "El último libro", que el artista uruguayo Luis Camnitzer inaugurará en la Biblioteca Nacional el próximo 18 de noviembre:
"El último libro es un proyecto de recopilación de declaraciones tanto escritas como visuales en las cuales los autores que colaboran puedan dejar un legado para las generaciones venideras. El proyecto parte de la premisa que la cultura basada en libros está llegando a su término. Por un lado esto se debe a las mutaciones culturales que, introducidas por las nuevas tecnologías, han transferido la información de la página impresa a la televisión y al Internet. Por otro lado, hay un creciente deterioro en los sistemas educativos (tanto en los países afluentes como en los de las periferias) junto con una proliferación de fundamentalismos religiosos y anti-intelectualistas. El último libro actuará como cápsula de tiempo dejando constancia y testamento de nuestra época, y como estímulo para una posible reactivación de la cultura, en caso que ésta desaparezca por desidia, catástrofe o conflagración".
Visto el tema, mi contribución la forma el artículo "Leer para entender el mundo" que publiqué en el número 3 de la revista "Trama y texturas".
Luis Camnitzer continua a la busca de aportaciones. Si te animas a añadir tus páginas a las del último libro, aquí encuentras la información sobre cómo hacerlo.
mayo 20, 2008
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10 comentarios:
MANIX PREGUNTA:
camnitzer es el padre de esa idea?
qué sabes de berlin smith?
sigo dándole vueltas a la idea de que no hay otras formas de libro...
el i-book es una tv, no un libro
ad+, lo que no se puede tocar, oler, etc qué carajo es?
es un androide un hombre? a que no?
Estoy de acuerdo con el comentario anteror. Como gran lectora creo que no hay punto de comparació al hecho de poder pasar las paginas de un libro, ver como el punto avanza con su lectura y comprobar como va creciendo poco a poco tu biblioteca....
MANIX: Hasta donde yo sé, L. Camnitzer es quien propone y desarrolla el proyecto.
De Berlin Smith ahora mismo, ahora mismo, no sé nada.
Creo que, como Xènia, tu comentario alude a la experiencia lectora. El libro continuará siendo el libro pero veremos otros formatos -y otras experiencias. Aquí me parece que la industria audiovisual nos puede dar pistas.
Bueno, que tengáis feliz tarde los dos.
MANIX DICE:
XENIA, EL OTRO DÍA ESTUVE EN CLIBIK, ENCUENTRO DE PEQUEÑAS EDITORIALES, Y ERA UNA GOZADA HOJEAR/OJEAR LOS LIBROS, LA CALIDAD DEL PAPEL, SUS FORMAS, ETC
MANIX PARA NEUS:
MI REBELIÓN ES ANTE LLAMAR "LIBRO" A O QUE ES OTRA COSA, OTRO OBJETO; PERO NO ES LIBRO
¿Quién pregunta por mí, caramba?
Estaba tomandome un cocktail de champagne tras una selecta cena nipona en un no menos exquisito local. Hay noches que salen redondas.
La industria audiovisual compra libros buenos para hacer películas malas, y malos libros para hacer películas buenas. Pero lo audiovisual no es un libro, el libro es otra experiencia.
MANIX A BERLIN:
preguntaba por ti porque hacías una reflexión sobre las ciudades del norte, lugares del mapa que se mencionan poco y sólo con tópicos...
Manix, me encuentro perdido en la traducción.
No puedo recordar de cuándo y por qué motivo he hablado de las ciudades del norte. Y con esa descripción cuasipoética: las ciudades del norte. ¿San Sebastián? ¿Amberes? ¿Lucarno? El norte es tan amplio pero nunca mirado tan melancólicamente como el Sur.
¿Y el Norte y el libro de Camnitzer? Yo es que no creo en la tesis del último libro...
MANIX
ERA POR LO QUE DECÍAS DE SAN SEBASTIÁN, BILBAO, LOGROÑO, LOS PINCHOS, ETC
hay mucho tópico en todo (incluyendo el tan glorificado sur, ídem del grandioso mediterráneo etc) sin embargo qué poco conocemos de lo atlántico...
:-) Logroño superior a Bilbao y a Vitoria, sin duda. San Sebastián irrepetible. Madrid: extraña saturación de cosas que empiezan a perder diferenciación en medio de una diversidad aparente. Muy caro. Barcelona: no acaba de superar su retraso histórico en materia de bares, algo que no sucede con la verdadera tradición, las pastelerías. También caro. Sevilla y Cádiz: otra cosa, bueno. Tradición pura aunque se masifica. Los precios cautivan.
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