Le fecha fatídica está a la vuelta de la esquina: mañana, ta-chán, es el Día de los Enamorados (nótese el uso de mayúsculas). Todavía recuerdo con pavor mis épocas de soltera solterísima y las angustias que nos entraban, a mis amigas y a mí, ya a inicios de febrero, momento en que la máquina publicitaria se pone en marcha.
Una vez un taxista me contó que en la noche de Fin de Año (otra fecha fatídica) podía suceder que, cerca de la medianoche, subieran pasajeros/as al taxi, sin un destino definido. Subían para no estar solos cuando sonaran las campanadas. Me pareció exagerado, pero a parecer la que se quedó corta fui yo: en algunos casos los pasajeros sacaban del bolso el cotillón y el benjamín de champan y se montaban la fiesta con el taxtista desconocido.
Me pregunto si esa lógica de la compañía pagada en fiestas fatídicas se da también mañana, si mañana las agencias de gigolos reciben más llamadas, si los hombres de pago tienen más citas de las habituales.
En cualquier caso: si estás sola/o en esta fecha, que sepas que te regalo el primer capítulo de la novela, sobre otra/una mujer sola. Te lo puedes descargar aquí. Con la esperanza de que sonrías, Feliz San Valentín.
febrero 13, 2008
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