El mundo es un pañuelo. Eso pensaba yo esta mañana mientras me desayunaba con la noticia del Óscar a Javier Bardem. La secuencia es ésta.
Bardem gana el premio por su papel en una película dirigida por los hermanos Coen.
Los Coen están trabajando ya en su próxima película. Esta vez adaptarán The Yiddish Policemen's Union, de Michael Chabon. (Inciso: ¡pedazo de novela! Espero que alguna editorial española se anime y compre los derechos. La trama, en resumen resumido, imagina que el Estado de Israel fracasa en 1948, lo que obliga a dos millones de judíos a instalarse en... ¡Alaska!).
Sigo con la conexión. En The Yiddish Policemen's Union el ajedrez es un elemento clave para resolver el asesinato que centra la novela. Uno de los referentes que más se citan son las partidas de José Raúl Capablanca.
Si has leído Un hombre de pago sabrás que Capablanca es el gurú particular de El Piesplanos. Por tres razones: porque el Piesplanos adora el ajedrez, porque ambos son cubanos y porque, además de gran maestro, Capablanca se hizo famoso como ¡latin lover! Cuesta imaginar a un ajedrecista de élite rompecorazones y, sin embargo, Capablanca lo fue. A lo grande.
Debo el hallazgo de este personaje, el eslabón perdido entre Javier y yo, a mi amigo Josep.
febrero 25, 2008
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