De regreso a Barcelona me toca lidiar con los "daños colaterales digitales" del apagón. Ponerse al día no ha sido tarea fácil. Ahora sólo queda cruzar los dedos y esperar que la luz no se vaya otra vez.
En esta semana de ausencia, un amigo de la infancia ha publicado su particular reseña de Un hombre de pago. El amigo en cuestión se dedica al negocio de los bolsos. En la novela, los bolsos -Mandarina duck, en concreto- son parte integrante de Bel: vive agarrada a ellos como Linus a su manta.
Le agradezco a mi amigo su reflexión y recomiendo encarecidamente la lectura de los comentarios a que da lugar, no ya la novela, sino el último modelo de D&G Uomo: me ha fascinado leer a los hombres hablando de bolsos. Tiene su qué.
julio 30, 2007
julio 20, 2007
OFF
Servidora se toma un sabático digital de una semana de duración. Llevaré (eso espero) una vida 100% analógica: descansar, leer, dormir.
Moderaré comentarios al regreso.
¡Feliz semana!
Moderaré comentarios al regreso.
¡Feliz semana!
julio 19, 2007
Día aciago
Pienso: "hoy es un día aciago". Y con las mismas me voy al diccionario de la Real Academia a ver qué es lo que pienso exactamente. Y dice: "aciago/ aciaga. adj. Infausto, infeliz, desgraciado, de mal agüero".
Leído así, parece que no es para tanto. No tenemos desgracias personales que lamentar y sufrimos el mismo calor que el resto de locales, turistas (Woody Allen incluído) en Barcelona.
Entonces, ¿por qué? Me temo que la respuesta daría, más que para un post, para un blog (o una novela) enteros. Así que, al hablar de "aciago" decido limitarme a su raíz latina = día fatal.
Algunos de los remedios probados para superarlo incluyen:
- leer el post de La viga en mi ojo sobre los escritores e Internet,
- reflexionar sobre mi propia experiencia on-line, alrededor de Un hombre de pago y de mis otros libros actuales y futuros,
- conversar de forma constructiva con un escritor inédito, amigo de un amigo, que quiere públicar,
- pensar que la próxima semana teletrabajo y poner el acento en "tele".
Al final, la alegría llega de la mano de la Biblioteca pública de Jaén. En su campaña "Refréscate con un libro" recomienda Un hombre de pago como lectura de verano. Desde aquí me ofrezco para una acudir a una tertulia: sería una manera formidable de salir de esta barcelonesa niebla rara.
Leído así, parece que no es para tanto. No tenemos desgracias personales que lamentar y sufrimos el mismo calor que el resto de locales, turistas (Woody Allen incluído) en Barcelona.
Entonces, ¿por qué? Me temo que la respuesta daría, más que para un post, para un blog (o una novela) enteros. Así que, al hablar de "aciago" decido limitarme a su raíz latina = día fatal.
Algunos de los remedios probados para superarlo incluyen:
- leer el post de La viga en mi ojo sobre los escritores e Internet,
- reflexionar sobre mi propia experiencia on-line, alrededor de Un hombre de pago y de mis otros libros actuales y futuros,
- conversar de forma constructiva con un escritor inédito, amigo de un amigo, que quiere públicar,
- pensar que la próxima semana teletrabajo y poner el acento en "tele".
Al final, la alegría llega de la mano de la Biblioteca pública de Jaén. En su campaña "Refréscate con un libro" recomienda Un hombre de pago como lectura de verano. Desde aquí me ofrezco para una acudir a una tertulia: sería una manera formidable de salir de esta barcelonesa niebla rara.
julio 16, 2007
Caligrafía, tipografía y otros deseos terrenales
Un lector amigo comenta la caligrafía de mi dedicatoria. Le gusta. A mi me parece que soy de letra eficiente: clara, de trazo grande y con pocas pretensiones artísticas . Sin serifa, vamos.
La caligrafía es un arte que no practico pero admiro. Del mismo modo, admiro a los tipógrafos. Un vecino mío lo es. Oirle hablar del tipo de encargos que recibe y de cómo los aborda es un regalo. Existen bibliófilos que imprimen ediciones limitadas -o únicas- de sus obras favoritas empleando una tipografía creada ex-profeso para ellos.
Escribir un relato a medida del mejor postor e imprimir un solo ejemplar con un soporte único. Ese es ahora mismo mi deseo terrenal.
Mi realidad terrenal, en cambio, pasa por dar clase en el curso de verano sobre Redacción para Internet, cuya quinta edición se inicia hoy. Allí también hablamos de tipografía, por cierto, aunque con un enfoque más prosaico.
La caligrafía es un arte que no practico pero admiro. Del mismo modo, admiro a los tipógrafos. Un vecino mío lo es. Oirle hablar del tipo de encargos que recibe y de cómo los aborda es un regalo. Existen bibliófilos que imprimen ediciones limitadas -o únicas- de sus obras favoritas empleando una tipografía creada ex-profeso para ellos.
Escribir un relato a medida del mejor postor e imprimir un solo ejemplar con un soporte único. Ese es ahora mismo mi deseo terrenal.
Mi realidad terrenal, en cambio, pasa por dar clase en el curso de verano sobre Redacción para Internet, cuya quinta edición se inicia hoy. Allí también hablamos de tipografía, por cierto, aunque con un enfoque más prosaico.
julio 12, 2007
"La vida en rosa"
Me escribe Jordi de la Torre. Acaba de publicar su "La vida en rosa", una sátira sobre los programas y revistas del corazón.
Puri, la protagonista de su novela, mantiene blog, el consultorio puritano, desde donde da consejos delirantes y narra su realidad cotidiana.
Tanto en la web de la editorial como en el blog puedes descargarte los primeros capítulos de la novela.
Puri, la protagonista de su novela, mantiene blog, el consultorio puritano, desde donde da consejos delirantes y narra su realidad cotidiana.
Tanto en la web de la editorial como en el blog puedes descargarte los primeros capítulos de la novela.
julio 10, 2007
El club al que nadie quiere pertenecer
Ayer en la FNAC hablamos de la chick lit, ese curioso club al que nadie quiere pertenecer.
La chick lit se define como "literatura urbana para mujeres". Matías Néspolo publicó una reseña que me sirvió de guía para encontrar las diferencias y similitudes entre los supuestos parámetros de este género y Un hombre de pago.
¿Por qué crear una etiqueta que nadie quiere llevar? Esta es mi respuesta. No hace tanto tiempo que las mujeres escribimos. Virginia Woolf habló de la habitación propia en 1928: unos ingresos estables y un espacio privado como condiciones irrenunciables para el ejercicio de la escritura.
No han pasado ni cien años desde su ensayo y hoy, por suerte, las mujeres que escribimos somos muchas. El crecimento ha sido espectacular, atropellado y universal. La variedad de temas es amplia pero, lógicamente, nos interesan los cambios que suceden a nuestro alrededor y que nos marcan. Y cada una los cuenta según los ve, con mayor o menos optimismo, con o sin el final feliz que parece demandar la chick lit.
Ante el rápido aumento del número de mujeres que escriben surje la necesidad de ordenar. Los humanos ordenamos etiquetando. Pero "chick lit" como etiqueta se queda corta, porque es imposible meter en un mismo saco perspectivas tan diferentes y pretender que quienes las han escrito -o quienes las leen- se sientan identificadas. Por poner un ejemplo, para mí las diferencias entre cualquier novela de Marian Keyes y Un hombre de pago son sustanciales.
Ya lo dijo la misma Virginia Woolf: "No hay ninguna marca en la pared que mida la altura exacta de las mujeres". Mientras no la haya, lo importante es -creo- continuar escribiendo y continuar leyendo.
PD: El ciclo sobre chick lit organizado por la FNAC continua el próximo 11 de julio con Care Santos.
La chick lit se define como "literatura urbana para mujeres". Matías Néspolo publicó una reseña que me sirvió de guía para encontrar las diferencias y similitudes entre los supuestos parámetros de este género y Un hombre de pago.
¿Por qué crear una etiqueta que nadie quiere llevar? Esta es mi respuesta. No hace tanto tiempo que las mujeres escribimos. Virginia Woolf habló de la habitación propia en 1928: unos ingresos estables y un espacio privado como condiciones irrenunciables para el ejercicio de la escritura.
No han pasado ni cien años desde su ensayo y hoy, por suerte, las mujeres que escribimos somos muchas. El crecimento ha sido espectacular, atropellado y universal. La variedad de temas es amplia pero, lógicamente, nos interesan los cambios que suceden a nuestro alrededor y que nos marcan. Y cada una los cuenta según los ve, con mayor o menos optimismo, con o sin el final feliz que parece demandar la chick lit.
Ante el rápido aumento del número de mujeres que escriben surje la necesidad de ordenar. Los humanos ordenamos etiquetando. Pero "chick lit" como etiqueta se queda corta, porque es imposible meter en un mismo saco perspectivas tan diferentes y pretender que quienes las han escrito -o quienes las leen- se sientan identificadas. Por poner un ejemplo, para mí las diferencias entre cualquier novela de Marian Keyes y Un hombre de pago son sustanciales.
Ya lo dijo la misma Virginia Woolf: "No hay ninguna marca en la pared que mida la altura exacta de las mujeres". Mientras no la haya, lo importante es -creo- continuar escribiendo y continuar leyendo.
PD: El ciclo sobre chick lit organizado por la FNAC continua el próximo 11 de julio con Care Santos.
julio 05, 2007
Lectoras y lectores
julio 03, 2007
El amigo invisible
El viernes tuvo lugar el segundo encuentro "Bitácoras y libros", organizado con tino como siempre por el Cuchitril literario. El propio promotor ha reseñado la experiencia y a su reseña me remito.
Además de cena riojana y conversación, la velada incluyó intercambio de libros entre amigos invisibles que al final no lo fueron tanto. Servidora con las prisas tuvo que recorrer a la propia obra, cosa que es de tremenda mala educación. Un hombre de pago está ahora en manos de MezKal, quien a su vez escogió Mercaderes del espacio, el libro que recibí.
También recibí otras dos propuestas interesantes. Por un lado, la petición del promotor de aparecer en mi nueva novela, la segunda parte de la trilogía. Sólo puedo decir que la frase que ha escogido para su personaje se las trae. Pero no pude negarme, y más teniendo en cuenta que me regaló un libro increíble: Suecia. Infierno y paraíso. Banda promocional: "7ª edición. ¿Hacia el completo desenfreno sexual? Edición ilustrada". Como artilugio marquetiniano el texto se las trae, dado que las susodichas ilustraciones corresponden en realidad a variadas fotografías de la ciudad de Estocolmo. El autor es el periodista napolitano Enrico Altavilla y la obra, traducida del italiano por Plaza & Janés, se publicó en 1969 (7a ed. 1972). La miro y pienso en lo ingenuos que éramos. O somos.
PD: La próxima cita es el lunes 9 a las 19.30 h. en la FNAC Barcelona La Illa, donde una servidora conversará con quien quiera acompañarla sobre literatura femenina y sobre Un hombre de pago.
Además de cena riojana y conversación, la velada incluyó intercambio de libros entre amigos invisibles que al final no lo fueron tanto. Servidora con las prisas tuvo que recorrer a la propia obra, cosa que es de tremenda mala educación. Un hombre de pago está ahora en manos de MezKal, quien a su vez escogió Mercaderes del espacio, el libro que recibí.
También recibí otras dos propuestas interesantes. Por un lado, la petición del promotor de aparecer en mi nueva novela, la segunda parte de la trilogía. Sólo puedo decir que la frase que ha escogido para su personaje se las trae. Pero no pude negarme, y más teniendo en cuenta que me regaló un libro increíble: Suecia. Infierno y paraíso. Banda promocional: "7ª edición. ¿Hacia el completo desenfreno sexual? Edición ilustrada". Como artilugio marquetiniano el texto se las trae, dado que las susodichas ilustraciones corresponden en realidad a variadas fotografías de la ciudad de Estocolmo. El autor es el periodista napolitano Enrico Altavilla y la obra, traducida del italiano por Plaza & Janés, se publicó en 1969 (7a ed. 1972). La miro y pienso en lo ingenuos que éramos. O somos.
PD: La próxima cita es el lunes 9 a las 19.30 h. en la FNAC Barcelona La Illa, donde una servidora conversará con quien quiera acompañarla sobre literatura femenina y sobre Un hombre de pago.
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