Ayer estuve de cena. El Colegio de Publicitarios y Relaciones Públicas me invitó a hablar de Un hombre de pago en su tertulia -booksharing-mensual.
Entre croqueta y confit de pato, alzando un poco la voz para que los veinte participantes estuvieramos todos en la misma conversación, avanzó la velada. De las peripecias editoriales de la novela a la invisibilidad femenina, seguida de la infidelidad, y de vuelta a la invisibilidad. Esta vez, de mujeres y hombres. Ya estabamos en el café cuando me llevé la sorpresa de la noche.
A uno de los asistentes le había conocido en un viaje de trabajo hacía quince años. Los dos formabamos parte de una delegación oficial. Pues bien. Pedida la venia, el asistente decidió compartir con el resto de asistentes -alzando un poco la voz para que estuvieramos todos en la misma conversación- que en aquel viaje se enamoró profundamente de mí. Explicó -y es cierto- que al volver a Barcelona se puso en contacto conmigo y quedamos. Recordó cómo yo no le presté mucha atención y él se sintió invisible.
Desde la publicación de la novela me han sucedido muchas cosas. Seguramente escuchar ante veinte personas una declaración de amor, quince años después, sea una de las más singulares.
Todavía no sé como tomarmelo.
febrero 28, 2007
febrero 27, 2007
La mujer bisagra
Mientras pugno por respirar, leo esta reflexión:
"La mujer bisagra, con su propio cuerpo, intenta traspasar las fronteras del pasado y del futuro, en un presente a su ritmo, por fin".
Flavia: lo que es yo, si pudiera, ¡saldría corriendo hacia Buenos Aires a darte un abrazo!
"La mujer bisagra, con su propio cuerpo, intenta traspasar las fronteras del pasado y del futuro, en un presente a su ritmo, por fin".
Flavia: lo que es yo, si pudiera, ¡saldría corriendo hacia Buenos Aires a darte un abrazo!
febrero 26, 2007
Prioridad: respirar
La semana pasada un amigo se refirió a mí como "madurita". La conversación tuvo su qué y pensé en escribir sobre ella.
Pero he cambiado de opinión. ¿Por qué? Porque no puedo respirar (bien).
Esta autora es víctima del cambio climático. Soy alérgica a todos los polenes, gramíneas y ácaros que existen sobre la faz de la tierra. Normalmente mi via crucis empezaba en mayo pero, gracias al nuevo clima, desde este último fin de semana de febrero vivo las primeras crisis.
Si eres lector/a alérgico/a, me entenderás. La sequedad al hablar, el atontamiento que provocan los antihistamínicos, la imposibilidad absoluta de respirar por la nariz... El limbo de la alergia, en resumen.
Por suerte mi situación mejora pero no lo suficiente como para ponerme -ahora- a hablar de maduritas. Porque seremos más o menos visibles, pero lo importante es respirar.
Pero he cambiado de opinión. ¿Por qué? Porque no puedo respirar (bien).
Esta autora es víctima del cambio climático. Soy alérgica a todos los polenes, gramíneas y ácaros que existen sobre la faz de la tierra. Normalmente mi via crucis empezaba en mayo pero, gracias al nuevo clima, desde este último fin de semana de febrero vivo las primeras crisis.
Si eres lector/a alérgico/a, me entenderás. La sequedad al hablar, el atontamiento que provocan los antihistamínicos, la imposibilidad absoluta de respirar por la nariz... El limbo de la alergia, en resumen.
Por suerte mi situación mejora pero no lo suficiente como para ponerme -ahora- a hablar de maduritas. Porque seremos más o menos visibles, pero lo importante es respirar.
febrero 21, 2007
La invisibilidad adelgaza
Escucho por la radio una cuña promocionando un medicamento quemagrasas. Y... ¡sorpresa! ¿cual es el beneficio que se propone a la consumidora? Pues que si toma dicho medicamento, "la mirarán más". Los hombres, se entiende.
Esta es la lógica del anuncio: la invisibilidad está vinculada al sobrepeso y la delgadez, en cambio, nos proporciona un atractivo irresistible a los ojos del otro. Para ser visible, hay que perder peso.
Lo que nos faltaba, ¡vamos!
Esta es la lógica del anuncio: la invisibilidad está vinculada al sobrepeso y la delgadez, en cambio, nos proporciona un atractivo irresistible a los ojos del otro. Para ser visible, hay que perder peso.
Lo que nos faltaba, ¡vamos!
febrero 16, 2007
Lecciones de ajedrez
En Un hombre de pago Pablito el Piesplanos es el mejor amigo de Iván. Los dos se criaron en el barrio de Habana Vieja y ahora se reencuentran en Barcelona.
De profesión, el Piesplanos es camarero -simpático y más listo que el hambre. Con una mirada radiografía a todo el que se apoya en su barra. Para todos tiene la palabra justa. Para las mujeres, todavía más.
El ídolo de nuestro camarero confidente es José Raúl Capablanca, gran maestro de ajedrez y latin lover cubano. Capablanca existió en la realidad y su fama continua. Del tablero y su maestro el Piesplanos extrae lecciones de vida. Como ésta:
"Se aprende más en los juegos que se pierden que en las partidas que se ganan."
De profesión, el Piesplanos es camarero -simpático y más listo que el hambre. Con una mirada radiografía a todo el que se apoya en su barra. Para todos tiene la palabra justa. Para las mujeres, todavía más.
El ídolo de nuestro camarero confidente es José Raúl Capablanca, gran maestro de ajedrez y latin lover cubano. Capablanca existió en la realidad y su fama continua. Del tablero y su maestro el Piesplanos extrae lecciones de vida. Como ésta:
"Se aprende más en los juegos que se pierden que en las partidas que se ganan."
febrero 13, 2007
San Valentín, ese (maldito) día
Cuando una mujer no tiene pareja, el día de San Valentín puede resultarle más largo que un pan. Esta celebración situa en el punto de mira a las personas (hombres también) que se encuentran solas, bien por libre elección, bien por las circunstancias. En nuestro caso, chicas, estar en el foco es aún más incómodo porque nuestra generación (la de los sesenta) creció todavía con la idea de ser la costilla de alguien (otro) como objetivo.
Porque San Valentín será todo lo comercial que queramos... pero duele. Me recuerdo a los dieciocho frustrada y triste por no tener pareja (ni regalo que lucir). Y también recuerdo quién lo solucionó y cómo. Mi amigo Jordi, compañero de fatigas pero no de cama (nuestra orientación sexual divergía), me vino a buscar a casa con el paquete más bonito que he visto en la vida. Dentro, una caja de bombones, un diario y una nota: "Ahora ya no puedes decir que hoy nadie te ha regalado nada. Te quiere, Jordi".
Funcionó. Dudo que ese día en Barcelona hubiera una mujer más contenta que yo. Y de esa idea rescato esta otra. Quizás mañana sea una buena oportunidad para acercarnos a una amiga que no está en pareja. Enviarle un email. Regalarle Un hombre de pago. Regalarle otra novela, un ensayo, una caja de bombones, dos entradas para el cine... Si esa persona se siente como yo me sentí en ese día, ten por seguro que veinte años después, lo recordará.
Porque San Valentín será todo lo comercial que queramos... pero duele. Me recuerdo a los dieciocho frustrada y triste por no tener pareja (ni regalo que lucir). Y también recuerdo quién lo solucionó y cómo. Mi amigo Jordi, compañero de fatigas pero no de cama (nuestra orientación sexual divergía), me vino a buscar a casa con el paquete más bonito que he visto en la vida. Dentro, una caja de bombones, un diario y una nota: "Ahora ya no puedes decir que hoy nadie te ha regalado nada. Te quiere, Jordi".
Funcionó. Dudo que ese día en Barcelona hubiera una mujer más contenta que yo. Y de esa idea rescato esta otra. Quizás mañana sea una buena oportunidad para acercarnos a una amiga que no está en pareja. Enviarle un email. Regalarle Un hombre de pago. Regalarle otra novela, un ensayo, una caja de bombones, dos entradas para el cine... Si esa persona se siente como yo me sentí en ese día, ten por seguro que veinte años después, lo recordará.
febrero 09, 2007
Zancadillas femeninas
De paseo por la red tropiezo con un libro de título impactante y traducible como "Pongámosle la zancadilla a la reina del baile: La rivalidad entre mujeres" ( Tripping The Prom Queen: The Truth About Women and Rivalry"), de Susan Shapiro Barash.
El libro pone encima de la mesa un tema que me preocupa y que aparece también en Un hombre de pago. Me refiero a las "amigas vampiras" (relación representada en la novela por Bel y Marta). Las mujeres tenemos dinámicas muy fuertes de cooperación, es cierto y por suerte, ya que el apoyo y la comprensión de otras mujeres a menudo resulta crítico para que nuestros proyectos personales y profesionales avancen. Pero, con las mismas, a veces ese apoyo muta en deslealtad -incluso en confrontación.
El libro me parece interesante por cuanto -y a la espera de leerlo íntegramente- desmonta el falso mito de la lealtad inquebrantable entre mujeres. Todas tenemos o hemos tenido "amigas vampiras" y todas, en algun momento, hemos ejercido el vampirismo. Cuanto antes "nos demos permiso" para reconocer esta dinámica, antes -creo- estaremos en disposición de gestionarla de un modo menos doloroso.
El libro pone encima de la mesa un tema que me preocupa y que aparece también en Un hombre de pago. Me refiero a las "amigas vampiras" (relación representada en la novela por Bel y Marta). Las mujeres tenemos dinámicas muy fuertes de cooperación, es cierto y por suerte, ya que el apoyo y la comprensión de otras mujeres a menudo resulta crítico para que nuestros proyectos personales y profesionales avancen. Pero, con las mismas, a veces ese apoyo muta en deslealtad -incluso en confrontación.
El libro me parece interesante por cuanto -y a la espera de leerlo íntegramente- desmonta el falso mito de la lealtad inquebrantable entre mujeres. Todas tenemos o hemos tenido "amigas vampiras" y todas, en algun momento, hemos ejercido el vampirismo. Cuanto antes "nos demos permiso" para reconocer esta dinámica, antes -creo- estaremos en disposición de gestionarla de un modo menos doloroso.
febrero 08, 2007
Las increíbles aventuras de Un hombre de pago
Hace un mes escribía en este mismo lugar sobre un sitio, Autoras en la sombra, al que llegué por casualidad y que me tenía intrigada. Ellas me encontraron e iniciamos una conversación.
El resultado es este artículo, "Las increíbles aventuras de Un hombre de pago", en el que narro las peripecias de la novela hasta la fecha, peripecias de las que el propio artículo forma, a partir de hoy, parte.
El resultado es este artículo, "Las increíbles aventuras de Un hombre de pago", en el que narro las peripecias de la novela hasta la fecha, peripecias de las que el propio artículo forma, a partir de hoy, parte.
febrero 06, 2007
"Chick Lit": el romanticismo se moderniza
Parece que se avecina un renacer de la novela sentimental, ya bautizado como "nueva novela rosa". El pistoletazo de salida lo dio Bridget Jones con su diario y desde entonces el género avanza. Cómo será la cosa que Planeta lanza sello monográfico especializado, Esencia.
Las claves de este género, según reseñaba el crítico Matías Néspolo, son:
- Un amor imposible
- La insatisfacción profesional de la protagonista
- Su profesión (liberal)
- El tono ligero
- La narración en primera persona
- El final feliz.
Me pregunto si Un hombre de pago se inscribe en esta "corriente". De momento, me siento bien cobijada bajo el paraguas de "Literatura Boudoir".
Las claves de este género, según reseñaba el crítico Matías Néspolo, son:
- Un amor imposible
- La insatisfacción profesional de la protagonista
- Su profesión (liberal)
- El tono ligero
- La narración en primera persona
- El final feliz.
Me pregunto si Un hombre de pago se inscribe en esta "corriente". De momento, me siento bien cobijada bajo el paraguas de "Literatura Boudoir".
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