enero 22, 2007

Veinte años

El viernes nos reunimos para celebrar el vigésimo aniversario de mi promoción universitaria. En estos años he mantenido el contacto con algunos de mis compañeros. A otros no les había vuelto a ver desde que nos licenciamos. La conclusión a la que llegué es que los reencuentros tan dilatados oscilan entre el recuerdo agridulce y la crueldad.

Me alegra ver que la mayoría de mis compañeros de fatigas y fiestas han prosperado, que parecen felices y encaminados hacia un futuro que escogimos juntos. Ésta es la parte positiva, digamos. La parte negativa se sintetiza en el cariñoso comentario de uno de mis coetáneos al mirar un album de fotos de la época: "Mira que eras guapa, ¿eh?".

Miras la foto y compruebas que tiene razón. Y que ya no te pareces mucho a la chica que sonríe desde una mesa de bar de facultad. Acto seguido se te cae todo a los pies: se te caen las cremas antiarrugas, los peelings, las limpiezas de cutis, los madrugones de gimnasio. Entiendes de golpe que el tiempo pasa y que la cosa tiene poco arreglo. Por mucho que, automáticamente, salte el alma caritativa de turno y añada "Claro que quien tuvo, retuvo".

Recuerdo de forma vaga esos días. Intuyo que mucho de lo hablado y vivido entonces ha cimentado lo que hablo y vivo hoy. Creo que fueron días felices y sé que armaron algunas conversaciones que todavía continuan. Pero no estoy segura de poder (o querer) aguantar tantos comentarios sobre la invisibilidad (la mía propia) a sangre fría.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Neus,
aquellos que pasábamos desapercibidos en tiempos de instituto y de facultad, tenemos más fácil gestionar la invisibilidad, porque hemos adoptado técnicas para mejorar nuestra visibilidad dados unos ámbitos y unos públicos objetivos: "Personal branding".

En cuanto a atraer la mirada de las personas sólo decirte: "los ojos miran a los ojos que los miran". Aunque sólo sea por curiosidad, misterio o morbo.

Unknown dijo...

Insignificants,

¿Nos conocemos? Yo creo que sí :-)

Gracias en cualquier caso por compartir.

Anónimo dijo...

Si. Nos conocemos. Con mi otra identidad, claro ;-)

Unknown dijo...

Los encuentros como el que nos describes, siempre suelen traer consigo cosas así...

El lumbrera de entonces que descubres que no lo era tanto, el tonto del grpo que te das cuenta que tampoco lo era...y la mayoría de mediocres que sí sigen siendolo. quieran o no aparentarlo...

He intentado no hacer ver a que grupo pertenezco yo, pero sí, Mari Pili que fea era y mirala!! Parece la msmisa Jennifer López...y encima "con la cabeza bien amueblada" ¡Cosas de la vida!