Internet, es lo que tiene: te permite asistir, en vivo y en directo, a las peripecias de tu novela, incluídas las internacionales.
Un hombre de pago ya ha "viajado" por el mundo: su periplo más sorprendente se inició en Madrid y acabó en Vietnam.
Parece que ahora la novela camina por el Cono Sur. Así, la librería chilena Antártica la ofrece: se puede comprar on-line o en sus tiendas. El tema me intriga porque teóricamente la campaña editorial en América Latina aún no ha empezado. También me resulta interesante que hayan catalogado el libro como "novela erótica". Pues eso.
Desde Argentina, donde Un hombre de pago llegó en octubre pasado, referenciado en un artículo sobre "Histeriotipos o los hombres temerosos", me escribe ahora Flavia. Dado que ella vivió y yo vivo en Barcelona, creí que habríamos coincidido en la presencialidad, pero no fue así. Donde sí coincidimos, creo, es en la perspectiva sobre las mujeres y los hombres. Su blog, Hombres que ladran, contiene textos brillantes que apoyan a pensamientos más brillantes aún.
En resumen, viajar y conocer gente son efectos secundarios de publicar una novela y escribir un blog. Son, seguramente, una de las experiencias más gratificantes de toda esta peripecia (de las negativas, mejor no hablar).
enero 30, 2007
enero 29, 2007
Sexo en Nueva York
Hace unos días Candace Bushnell, autora de la novela Sexo en Nueva York, hablaba para "El País". Al leer la entrevista recordé mis diferentes experiencias como lectora y espectadora. En la novela las protagonistas llevaban un ritmo de vida más que alocado: salvaje. Convencida de que la serie discurriría por derroteros igual de escabrosos, me resistí a verla hasta que me encontré, por azar, mirando un capítulo. A partir de ahí los vi todos, jugando en cada episodio a identificarme con una de las cuatro protagonistas.
Que de una novela se extraiga una serie que duró seis temporadas (a trece capítulos cada una) indica hasta que punto el material literario original es sólo una base que los guionistas desarrollan, con más o menos fidelidad, estirando las tramas y añadiendo o "matando" personajes.
Volviendo a la autora, ésta afirma: "...Parte del éxito de una mujer pasa por encontrar al hombre adecuado. Hay que encontrar uno que sea macho y varonil, pero sin la coraza, sin el ego. Los hay por todas partes, pero cuando eres joven quieres encontrar a Mr. Big, al príncipe". (EPS, nº 1582, pág. 72).
Que de una novela se extraiga una serie que duró seis temporadas (a trece capítulos cada una) indica hasta que punto el material literario original es sólo una base que los guionistas desarrollan, con más o menos fidelidad, estirando las tramas y añadiendo o "matando" personajes.
Volviendo a la autora, ésta afirma: "...Parte del éxito de una mujer pasa por encontrar al hombre adecuado. Hay que encontrar uno que sea macho y varonil, pero sin la coraza, sin el ego. Los hay por todas partes, pero cuando eres joven quieres encontrar a Mr. Big, al príncipe". (EPS, nº 1582, pág. 72).
enero 24, 2007
¡Bienvenidos!
Esta semana prenden nuevas luces en el mar blogsférico y literario.
Dos lectoras amigas me cuentan que estrenan blog: puedes adentrarte en la vida de Frida a quien el mundo la hizo así o averiguar por qué Cleo quiere aprender a escribir.
Le doy las gracias a Palimp, uno de los bloggers que participó en el experimento decisivo para Un hombre de pago, por ocuparse nuevamente de mi novela y reseñarla desde las nuevas páginas del blog literario Papel en blanco.
Y felicito a Txetxu, a quien Un hombre le debe más de lo que se sabe, por su nueva aventura editorial, Texturas.
¡Qué bien!
Dos lectoras amigas me cuentan que estrenan blog: puedes adentrarte en la vida de Frida a quien el mundo la hizo así o averiguar por qué Cleo quiere aprender a escribir.
Le doy las gracias a Palimp, uno de los bloggers que participó en el experimento decisivo para Un hombre de pago, por ocuparse nuevamente de mi novela y reseñarla desde las nuevas páginas del blog literario Papel en blanco.
Y felicito a Txetxu, a quien Un hombre le debe más de lo que se sabe, por su nueva aventura editorial, Texturas.
¡Qué bien!
enero 22, 2007
Veinte años
El viernes nos reunimos para celebrar el vigésimo aniversario de mi promoción universitaria. En estos años he mantenido el contacto con algunos de mis compañeros. A otros no les había vuelto a ver desde que nos licenciamos. La conclusión a la que llegué es que los reencuentros tan dilatados oscilan entre el recuerdo agridulce y la crueldad.
Me alegra ver que la mayoría de mis compañeros de fatigas y fiestas han prosperado, que parecen felices y encaminados hacia un futuro que escogimos juntos. Ésta es la parte positiva, digamos. La parte negativa se sintetiza en el cariñoso comentario de uno de mis coetáneos al mirar un album de fotos de la época: "Mira que eras guapa, ¿eh?".
Miras la foto y compruebas que tiene razón. Y que ya no te pareces mucho a la chica que sonríe desde una mesa de bar de facultad. Acto seguido se te cae todo a los pies: se te caen las cremas antiarrugas, los peelings, las limpiezas de cutis, los madrugones de gimnasio. Entiendes de golpe que el tiempo pasa y que la cosa tiene poco arreglo. Por mucho que, automáticamente, salte el alma caritativa de turno y añada "Claro que quien tuvo, retuvo".
Recuerdo de forma vaga esos días. Intuyo que mucho de lo hablado y vivido entonces ha cimentado lo que hablo y vivo hoy. Creo que fueron días felices y sé que armaron algunas conversaciones que todavía continuan. Pero no estoy segura de poder (o querer) aguantar tantos comentarios sobre la invisibilidad (la mía propia) a sangre fría.
Me alegra ver que la mayoría de mis compañeros de fatigas y fiestas han prosperado, que parecen felices y encaminados hacia un futuro que escogimos juntos. Ésta es la parte positiva, digamos. La parte negativa se sintetiza en el cariñoso comentario de uno de mis coetáneos al mirar un album de fotos de la época: "Mira que eras guapa, ¿eh?".
Miras la foto y compruebas que tiene razón. Y que ya no te pareces mucho a la chica que sonríe desde una mesa de bar de facultad. Acto seguido se te cae todo a los pies: se te caen las cremas antiarrugas, los peelings, las limpiezas de cutis, los madrugones de gimnasio. Entiendes de golpe que el tiempo pasa y que la cosa tiene poco arreglo. Por mucho que, automáticamente, salte el alma caritativa de turno y añada "Claro que quien tuvo, retuvo".
Recuerdo de forma vaga esos días. Intuyo que mucho de lo hablado y vivido entonces ha cimentado lo que hablo y vivo hoy. Creo que fueron días felices y sé que armaron algunas conversaciones que todavía continuan. Pero no estoy segura de poder (o querer) aguantar tantos comentarios sobre la invisibilidad (la mía propia) a sangre fría.
enero 18, 2007
La tercera mujer
"Pienso en cómo pensar la feminidad dentro del feminismo. La mujer goza, toma decisiones, pero también le gusta la lencería. Para mí es comprensible. La mujer que compra lencería sexy no es una mujer objeto. Encarna una feminidad. Quiere ser tan autónoma como un señor, pero no quiere parecer un hombre."
Entrevista al sociólogo Gilles Lipovetsky publicada en "El país", 23 de diciembre de 2006, pàg. 46.
Mi pregunta: ¿Para quien nos compramos la lencería?
Entrevista al sociólogo Gilles Lipovetsky publicada en "El país", 23 de diciembre de 2006, pàg. 46.
Mi pregunta: ¿Para quien nos compramos la lencería?
enero 16, 2007
Extraños compañeros de cama
Me llega el anuncio que mi editorial publicó, promocionando las novedades para la campaña de Navidad. Amigas, amigos, ¡este Hombre de pago luce al lado del mismísimo Dan Brown!
Y sonrio pensando que, en verdad, existe un amplio abanico de sábanas. Desde la Sábana santa a las sabanas arrugadas de la cama de cualquier clienta de cualquier gigoló.
Y sonrio pensando que, en verdad, existe un amplio abanico de sábanas. Desde la Sábana santa a las sabanas arrugadas de la cama de cualquier clienta de cualquier gigoló.
enero 12, 2007
Autoras en la sombra
De paseo por la red me encuentro con el sitio web de sugerente título: Autoras en la sombra. Sus páginas reseñan novelas escritas para mujeres. Me alegra ver que incluyen Un hombre de pago.
Me paseo por el web a la búsqueda de información. ¿Quiénes son sus promotoras? ¿Dónde viven en la presencialidad? Es todo muy intrigante -y las transiciones de página son espectaculares.
Me paseo por el web a la búsqueda de información. ¿Quiénes son sus promotoras? ¿Dónde viven en la presencialidad? Es todo muy intrigante -y las transiciones de página son espectaculares.
enero 08, 2007
Nombres y hombres
Los reyes me han traído un vídeo.
Antes de las vacaciones los organizadores de la campaña para que MySpace venga a Barcelona se pusieron en contacto conmigo. Querían grabarme, hablando de la creatividad y de mi ciudad. La entrevista empezó por esos derroteros pero terminé, ¡cómo no!, colgada del brazo de Un hombre de pago.
¿Te gustaría ver como es mi despacho (el lugar donde, por cierto, escribo)? ¿Te preguntas cómo me gano la vida? ¿Por qué escribí esta novela? ¿Sientes esa curiosidad un poco freak por saber qué pinta tengo? Todas las respuestas en el vídeo "Neus Arqués o cómo encontrar nombres y hombres que te miran".
Antes de las vacaciones los organizadores de la campaña para que MySpace venga a Barcelona se pusieron en contacto conmigo. Querían grabarme, hablando de la creatividad y de mi ciudad. La entrevista empezó por esos derroteros pero terminé, ¡cómo no!, colgada del brazo de Un hombre de pago.
¿Te gustaría ver como es mi despacho (el lugar donde, por cierto, escribo)? ¿Te preguntas cómo me gano la vida? ¿Por qué escribí esta novela? ¿Sientes esa curiosidad un poco freak por saber qué pinta tengo? Todas las respuestas en el vídeo "Neus Arqués o cómo encontrar nombres y hombres que te miran".
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