octubre 31, 2005

[PUBLICAR] Víctor dice

Esta mañana, a las ocho, he visto las pruebas de la portada. Durante los tres años que pasé escribiendo Un hombre de pago, siempre pensé que sería un momento trascendente... y me pilló medio dormida. El sueño lo debo, entre otras cosas, la cena de anoche, en la que salió "el tema".

Me resulta curioso que los dos hombres que hasta ahora han opinado sobre si es mejor pagar al amante o irse con el novio de la amiga sean tajantes a la hora de afirmar que ellos no pagarían.
Víctor dijo -y le cito: "Creo que es un insight potentísimo y muy extendido el de "me encantaría enrollarme con la hermana/amiga de mi novia". Supongo que si buscas, encontrarías algún deseo muy íntimo de querer ser el gallo que posee a todas las gallinas del gallinero."

Víctor mienta con su acostumbrada franqueza al demonio: la posesión. Poseer al otro, esa ambición secreta, como si "tener" fuera igual a "ser".

[PERS] Rosa, la clienta

Rosa es una de las protagonistas de Un hombre de pago.

Aconsejada por su esthéticienne, Rosa se anima a contratar a un gigoló. Esta dermatóloga en la cincuentena no es rica, pero pagar a Iván para que la acompañe le parece una buena inversión. Antes de llegar aquí ha probado otras estrategias (incluidos los bailes de salón). Rosa contrata a Iván con regularidad porque la hace sentir bien, como cuando vas al peluquero.

Entender la personalidad de Rosa, sus deseos y cómo los gestiona, ha sido uno de mis grandes retos. Resulta más sencillo documentarse sobre rock noruego experimental que sobre una clienta. Haz la prueba. Pregunta a tus amigas cuántas han tenido tratos con un hombre de pago. Apuesto a que ninguna. Pregúntales entonces si conocen a alguien que sí los haya tenido. La respuesta continuará siendo negativa. Parece que estemos en un mercado especial, en el que una oferta floreciente se encuentra con una demanda... ¿inexistente?

En mi caso, he tenido la suerte de haber encontrado a dos clientas. Una en concreto se prestó a explicarme en detalle su experiencia, a cambio -eso sí- de anonimato. La llamaremos, ahora y siempre, la Señora C.

octubre 28, 2005

[PUBLICAR] Alegrías

Hoy es un día precioso para Un hombre de pago. Para empezar, por fin tengo portada. El artífice del milagro ha sido Ferran: se ha sacado la varita tipográfica y ha puesto orden en la composición. Entre él e Inma han creado una imagen enigmática, que avanzo aquí en primicia mundial: unas piernas de mujer que caminan hacia adelante. ¿Hacia dónde? ¿Quién es ella? ¿Son las piernas de Rosa, la clienta? ¿Son las de Bel, la novia? Intriga.

Las buenas noticias no terminan aquí. Señoras y señores, tengo el honor de presentarles a David, el primer hombre que se suma públicamente a la conversación que empiezo con Un hombre de pago. Te recuerdo el tema: ¿qué es peor/mejor, acostarse con el novio de la amiga o pagar por un amante? David afirma, rotundo, que él nunca pagaría. Yo le respondo que consulte con la almohada. Y que lea la novela, claro. Si no nos encallamos más -no, por Dios- a mediados de noviembre la tendrás en una librería cercana. Si quieres pre-reservar un ejemplar, mándame un email y te explico cómo. Y te customizo la dedicatoria.

octubre 26, 2005

[Publicar] Cubiertas, segunda parte

Las cubiertas son "la puerta del deseo". Así las llama, en su poético artículo, la editora italiana Alessia Rapone. Son material sensible y, por lo que veo, altamente inflamable.

Mi editora y yo no coincidimos. Hemos llegado a acordar una idea creativa, pero cuando ya pensaba que este tema estaba cerrado, ¡zas!, la diseñadora presenta la cubierta acabada y no va. La composición no se sostiene. Los cuatro elementos -título, autor, editorial, imagen gráfica- no hablan entre sí y por tanto, creo que no se ayudan.

Me siento impotente porque lo mío son las palabras, no las imágenes, pero mis palabras necesitan imágenes y se me están escapando.

octubre 25, 2005

[ESCRIBIR] Confusión

En su comentario, María afirma que prefiere pagar antes que irse con el novio de una amiga: "Traicionar el amor de amigas, es una cosa, y pagar por un amante... es ponerle un precio económico al placer, no al amor. Nada que ver en mi opinión." Así, la tensión se da entre el amor y el placer.Ya puestos, le añadimos la amistad y tenemos un trío confuso. A veces las clientas contratan por placer pero buscan compañía. A veces las amigas se acuestan con el novio de otra por placer pero buscan confirmación. Esa es la confusión que he querido describir en Un hombre de pago.

octubre 24, 2005

[PUBLICAR] Una editora apasionada y amable

He empezado a explicar cómo mi primer intento me llevó a Ediciones del Cobre. Así continuó esa experiencia.

En cuanto salí a la calle después de la reunión inicial con Míriam empezó el ataque de angustia. Me contuve durante dos semanas pero al final no pude más y le mandé un email. Me respondió diciendo que los tiempos editoriales son los que son (deduje que son lentos).

Míriam me citó a los pocos días pero la cita se canceló. Volvimos a quedar y acudí como alma en pena, habiendo dudado de todo lo dudable. Sin embargo, el purgatorio no es tal: el libro le había gustado, le había parecido "novedoso, fresco y ágil". ¡La primera opinión del sector! Sentí unas ganas grandes de dar saltos de alegría. Añadió que tenía entre manos una lista importante de libros para publicar y que entendería que no quisiera esperar dos años.

Salí de la reunión alegre como unas castañuelas hasta que una amiga me hizo notar que en realidad me había dicho que no. Bueno, en mi mente y en todos los libros y webs consultados el rechazo tiene cara de escueta carta o de silencio absoluto. En comparación, me dí cuenta de que conversaciones cercanas como la que tuve con Míriam las puedo aguantar bien.

Sus palabras se repetirían después aquí y allá y describen bien la situación del que empieza: “un editor da una patada y aparecen un montón de escritores noveles. Y éstos cuestan más de vender.” En todo caso y aunque finalmente no es El Cobre quien publicará Un hombre de pago, siempre recordaré a Míriam como una editora apasionada y amable.

octubre 21, 2005

[PENSAR] Brenda Ueland

Inauguro una sección en este blog dedicada a las palabras de otros.

Una de mis escritoras favoritas es Brenda Ueland (1891-1985). En 1938 y con sólo 47 años Brenda publicó su autobiografía con el título de "Yo. Memorias". Cuando las leí pensé que de haber sido coetáneas, habríamos podido ser amigas. En su versión original en inglés el libro está agotado y debo mi ejemplar a mi suegra (a quien prometo dedicar un post monográfico). Creo que la obra de Ueland no se ha traducido al castellano y es una pena.

Entre muchas otras cosas, confiesa: "Esta es la explicación que me doy a mí misma. Es uno de los argumentos secretos con los que intento animarme. Si siento en el pecho un dolor que no se va, que, pongámos por caso, me llena de ganas de escribir una novela, pienso que ese dolor es importante y que tengo que escribir, porque existe la posibilidad de que el futuro se encuentre a nuestro alrededor (...), y ese dolor significa que me estoy acercando a un destino que debo seguir. Es decir, la orden de trabajar puede proceder de un arcángel y he de obedecerla, con la misma celeridad con que uno obedece a un jefe enfadado o a un marido nervioso."

UELAND, Brenda, Me. A Memoir. Holy Cow! Press, 1994, p. 224

octubre 20, 2005

[PUBLICAR] Cubiertas al descubierto

Me equivoqué al pensar que acabar Un hombre de pago era el reto más importante. Ahora estamos en la fase sucesiva -la producción- y las cosas no son fáciles.

La editorial que finalmente va a publicar UHDP me manda las propuestas para la portada. Amigos, amigas escritores: es aquí cuando preparar un buen resumen de vuestra novela resulta imprescindible. Lo es para orientar al diseñador/a que crea las cubiertas.

Me han llegado cuatro conceptos distintos. Cada uno presenta la novela de distinta manera. Empieza el complicado proceso de decisión, porque son muchos los factores a tener en cuenta. Algunas lecciones aprendidas:
  • el objetivo de la cubierta es atraer al posible lector/a: debe ser visible, original y llamar la atención;
  • la cubierta debe dar pistas sobre el contenido. Por tanto, el atractivo debe casarse con la honestidad. No me interesa generar falsas expectativas;
  • la portada incluye, además de la imagen, el título de la obra y el nombre del autor/a. La composición gráfica debería armonizar los distintos elementos.

He pedido opinión a otros diseñadores y he hecho una encuesta a un reducido grupo de usuarios/as. La decisión final continua pendiente y siento que avanzo a paso de tortuga.

octubre 19, 2005

[ESCRIBIR] No es lo mismo

(Aviso: redactar esta entrada sin emplear palabras prohibidas por Google y los filtros de correo no deseado va a ser todo un reto).

Ya son dos los amigos que, sin haber leído la novela, la clasifican como "sólo para adultos". ¿Por qué? ¿Porque aparece un gigoló? Para mí Un hombre de pago es más que eso.

La novela contiene, cierto, escenas íntimas. Las contiene porque forman parte de la realidad y me parecen imprescindibles para construir esta conversación, pero no la limitan. Mi intención es hablar de cómo nos relacionamos hoy los hombres y las mujeres de 30 para arriba en todos los planos. El físico es muy importante y muy revelador. Es necesario, pero no suficiente. ¿Podemos decir que las decisiones físicas llevan siempre aparejada una postura moral?

octubre 16, 2005

[ESCRIBIR] La primera frase

Un hombre de pago empieza así: "Me resistía a pensar que las únicas manos que iban a tocarme en adelante serían las de la esthéticienne. "

Escritores y manuales de escritura afirman que a menudo la primera frase inicial, incluso el primer capítulo entero, suele pasar a mejor vida cuando llega la fase de reescritura (o la edición). Este es el caso. La "primera" primera frase decía: "Hablando con Marta nos preguntábamos en más de una ocasión cómo funcionaban los servicios de acompañantes para mujeres."

La distancia entre las dos frases es la que va de la primera a la versión final de la novela. En ese camino, algunos personajes han crecido (Rosa, la clienta) mientras que otros, han cambiado de naturaleza (Iván, el gigoló).

octubre 14, 2005

[PERS] ¿Quién es Iván?

Iván es el hombre de pago. El gigoló. Empezó a prostituirse en Miami y continua en el “bisnes”. Su misión es proporcionar alegría a las mujeres. Piensa que al final encontrará pareja estable y que ésta podría ser Bel.

En Iván chocan las expectativas de una vida profesional acorde con sus metas personales y una realidad que le lleva al dinero fácil.

octubre 11, 2005

[PUBLICAR] Los nervios de la primera vez

En junio, decidida ya, me pregunto ¿a quien conozco que conozca a alguien en el sector editorial? Mi Outlook produce enseguida un contacto fresco que me lleva a Ediciones del Cobre. Es una editorial mediana y Miriam, su editora, me resulta una persona amable y cercana. Me invita a tomar un café y acudo tranquila.

He hecho los deberes. El Cobre se está especializando en literaturas exóticas. Vale que el tema de Un hombre de pago es exótico, pero servidora es autóctona 100%. Voy a la cita con la soltura de quien no tiene nada que perder.

La primera pregunta de Miriam se repetirá, después, en casi todos mis contactos editoriales. Me pregunta cómo se contrata a un gigoló. ¿Me preguntan por ver si me he documentado o por curiosidad? En cualquier caso, le respondo lo que a todas: que la novela lo explica y que tiene que leerla. Se queda el manuscrito.

octubre 10, 2005

[PUBLICAR] El inicio

El inicio de la fase B -la publicación- se encuentra, claro, en la decisión de publicar Un hombre de pago. UHDP podría haber sido un ejercicio privado pero no lo es, al contrario. Me gustaría que desencadenara cientos de conversaciones sobre los hombres y las mujeres y cómo nos (lo) llevamos.

Estas nuevas relaciones entre géneros no son tan nuevas. El tema quizás sí. Mis acercamientos al establishment editorial apuntan en esta dirección. A las editoriales "de toda la vida" hablar de gigolós, de malas amigas (que no todas son buenas) y de amantes rockeros les ha parecido insólito. ¿Dónde encajan la novela?

Así empezó todo

En mayo terminé mi primera novela, Un hombre de pago (conocida también como UHDP). Dos señoras y un gigoló. Las mujeres, las amigas, los amantes de las amigas y la vida en general.

El proceso creativo ha sido laborioso. A los 1095 días de conocerle dejé a Iván, el gigoló, en la última barra con la última clienta potencial y me emborraché de alivio. No era consciente entonces de que iniciaba otro proceso, igual de laborioso: la publicación.

De este proceso y de su esperado final feliz hablo en este diario digital.